Pero, si me muero, quiero que unas gaitas toquen Amazing Grace y/o que un coro de negras gordas cante Let it be; también quiero que luego alguien lea la Elegía de Miguel Hernández, y, a ser posible, que llore.
Definitivamente es una chica rara. Tana tiene un ojo de cada color y el pelo rizado, muchas pecas y una risa contagiosa. Tiene una libreta donde apunta todo lo que se le ocurre. Éste será el formato online de esa libreta.
Dad de comer a los peces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario