no eres tan fría!
Siempre he pensado que es más fácil conseguir nuevos problemas que arreglar los antiguos. Normalmente me busco un problema sencillo, para distraerme e intentar olvidarme, así como quien no quiere la cosa, de otro, pero se me acaba yendo de las manos y se me acaba convirtiendo en un problema auténtico y destripante. Pero se me olvida el otro. No es un método perfecto, pero funciona.
lunes, 3 de diciembre de 2012
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