ya que nunca te escribí la carta ...
Después de perder México decidí que no quería vivir en ningún sitio. Si me cerraban las fronteras a México no quería escaparme a ningún otro lugar. Así que me convertí en una nómada e hice el idiota por sitios que no me gustan, con tal de no asentarme. Con tal de olvidarme de la comida mejicana.
Al cabo de un tiempo me di cuenta de que en realidad hacía muchísimo tiempo que había encontrado donde quería vivir, realmente, pero resulta que no podía permitírmelo. Así que acabé forzándome a mí misma a olvidar el francés, por mucho que lo echase de menos, porque hasta mi subconsciente sabía que ése no era el lugar para mí. Así nunca más sería una opción viable.
Y, una vez quedé destapada como la anti-nómada, no podía volver a hacer ver que no quería un sitio para mí. Hasta yo misma me había dado cuenta, ya! Sólo que no sabía en qué sitio podría quedarme sin ahogarme. El problema era yo, que era incapaz de asentarme y echar raíces, aunque fuese lo que más deseaba en el mundo.
Y entonces apareciste tú. Y tú no vives en ningún sitio. Tú vuelas. Estuve mucho tiempo intentándome convencer de no querer seguirte, porque me da pánico volar. Me da más pánico que no asentarme. No puedo vivir en un avión constantemente. Aunque me encantan los aviones. Pero al final me rendí ante la evidencia: desde que descubrí que tú volabas, sólo pensaba en eso. No hacia falta acostumbrarme a la forma de ser de ningún nuevo país, ni pensar en la gente nunca más, ni pisar el suelo. Sólo me engancharía a ti y pasaríamos vértigos juntos. Así que junté todo el dinero que no me llegaba para vivir en la Torre Eiffel y me compré un billete.
Así que ya no tengo dinero, y hace un rato un chico se llevó mi equipaje. He pasado de estar en una escalera a quedarme en medio de un aeropuerto perdido en medio de una antigua colonia soviética o algo. Y no quiero llamarte, por mucho que llegues tarde y seas el único que habla el idioma de esta gente.
this is it.
sábado, 29 de septiembre de 2012
sábado, 22 de septiembre de 2012
miércoles, 19 de septiembre de 2012
domingo, 16 de septiembre de 2012
my body belongs to science
miércoles, 12 de septiembre de 2012
martes, 11 de septiembre de 2012
martes, 28 de agosto de 2012
te voy a escribir una carta
- ¿Dónde está aquel rock&roll que me hiciste, cuando eras poeta?
- Acaba tan triste - le dije -, que nunca lo pude empezar.

Te voy a escribir una carta. Una carta tan larga que nunca se acabe. Voy a poner todo lo que siento por ti, y será muy emotiva. Seré sincera, y la escribiré lo mejor que pueda. Te voy a escribir la carta que Julieta tendría que haberle escrito a Romeo, ésa que habría hecho que ninguno de los dos se suicidase. Lo voy a pasar fatal para escribir semejante carta. Me voy a tener que autodestripar e inmolar para poder sacarlo fuera y luego meterlo en papel. Va a ser legendaria. Hay un capítulo de Friends en que Rachel le escribe una carta de dieciséis páginas a Ross explicándole todo lo que siente; va a ser más larga, va a ser mejor. Luego la doblaré con cuidado, la meteré en un sobre y la quemaré.
- Acaba tan triste - le dije -, que nunca lo pude empezar.
Te voy a escribir una carta. Una carta tan larga que nunca se acabe. Voy a poner todo lo que siento por ti, y será muy emotiva. Seré sincera, y la escribiré lo mejor que pueda. Te voy a escribir la carta que Julieta tendría que haberle escrito a Romeo, ésa que habría hecho que ninguno de los dos se suicidase. Lo voy a pasar fatal para escribir semejante carta. Me voy a tener que autodestripar e inmolar para poder sacarlo fuera y luego meterlo en papel. Va a ser legendaria. Hay un capítulo de Friends en que Rachel le escribe una carta de dieciséis páginas a Ross explicándole todo lo que siente; va a ser más larga, va a ser mejor. Luego la doblaré con cuidado, la meteré en un sobre y la quemaré.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)