domingo, 29 de mayo de 2011

sería un bonito detalle


- Cuando me muera no se enterará nadie.
- Ah, no?
- No. Hablaré con mi abogado, él no me quiere nada: no le doy más que disgustos. Entonces lo dejaré todo planeado para que, llegado el momento, finja ser un miembro de la Interpol que me persigue por fraude. Les dirá a todos que me he fugado con una conejita de playboy y con todo el dinero que había en el banco monetario internacional. Según sus datos, estaré en paradero desconocido. Todos me odiarán. Reharán su vida. Ni siquiera querrán buscarme. Mi abogado tendrá que irse pasando de vez en cuando, transmitiendo las nuevas falsas noticias. Tarde o temprano predispondré que les diga que he fallecido. Algo trágico y kármico. Con redención incluída y todo. Ya no les dolerá, y además dejarán de odiarme, supondrán que encontré la paz.
- Lo tienes todo pensado.
- Sí.

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