Es como que un día te cruzas con una persona que, de golpe, hace saltar la chispa en tu cerebro, y haces "click!", y te provoca un sinfín de bombardeos mentales, y tu mente se expande hacia todas las direcciones, como si extendiese sus infinitas extremidades en busca del tope, de las paredes, del techo de ese lugar imaginario en que la guardas. Y entonces, a media expansión, esa persona se aleja, y la masa informe de las ideas pierde la intención a mitad de camino, y se acobarda, y empieza a retroceder, dejando un rastro de humo, por la explosión, y se empequeñece, y se condensa, y dejas de ser capaz de idear en tantas direcciones. Y vuelve a quedarse agazapada, a la espera de que alguien vuelva a apretar el gatillo en tu cabeza.
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